viernes, 27 de junio de 2008

El sueño de Pedro

En la célebre Oración del Huerto del genial Salzillo, el ángel señala la amarga y triunfante Cruz a Jesús mientras Juan, Santiago y Pedro duermen entre los olivos de Gestsemaní. Siempre llamó mi atención este sueño de los amigos del Señor, sueño diferente según la edad: el del joven Juan, el de su hermano mayor Santiago, el de Pedro, primero entre los apóstoles de cuya fiesta estamos en vísperas. Pedro duerme y sueña. No con lágrimas, sino con la victoria del Mesías esperado. No con sangre, sino con la respuesta clara de su admirado Maestro. No con persecuciones, sino con el sereno caminar sobre las aguas y las tierras del pueblo que vagaba errante y ahora ve la Luz. "Señor, Tú sabes que te amo". Duerme y sueña Pedro. Las sandalias prestas para el camino, la red dispuesta para faenar en el lago, el sueño ligero y eterno, entre los olivos.
Tomás, y otros dos que sueñan con Pedro