jueves, 27 de septiembre de 2007

Las costureras de la Virgen

(Para Mari. Para Estela)

Parecía una muñequita estrenando sus galas de luto y oro al pie del Doctrinos en el día de la Cruz. Con su manto nuevo y esa cara que se nos pone a las mujeres cuando nos echamos por encima una prenda por primera vez y nos sentimos guapas. Enmarcada en cientos, miles de abalorios formando una puntilla con reflejos de azabache y de cristal, con el suave rastro del terciopelo sobre la piel y la caricia de miles de puntadas en hilo dorado iluminando su rostro de sonrisa amorosa y doliente.


En las vísperas de la fiesta de septiembre, al caer la noche, la vistieron las mujeres como a una novia de puertas hacia adentro. Despacito, con mimo y ceremonial en las manos, como si fuesen las ropas porcelana a punto de quebrarse. Dibujando blondas de encaje en el óvalo de la cara como si las meciese el aire igual que el Lunes Santo cuando sigue por las calles a su Hijo mientras va redondeando la luna de la primavera. Aliviando el negro de su alma con mantilla blanca como un pañuelo en el que verter todas las lágrimas del mundo. Cubriéndola de luto y hermosura como si fuese Viernes y estuviese en el monte de las calaveras esperando que volviese a sus entrañas el hijo de sus entrañas.

La Virgen estrenaba manto. Atrás quedaban las horas de ciencia y paciencia, la soledad del bastidor, el amor escrito con hilo, aguja y dedal. Las imagino bordando, codo con codo, madre e hija, sangre por sangre, en silencio, con una invisible cinta azul ciñéndoles los latidos; con la sonrisa que otorga la satisfacción de saberse costureras de la Madre de Dios. Sin talleres de renombre, sin presupuestos, sin estridencias, sin anunciarse. Dibujando en cordones de oro la cultura secular de estos pueblos nuestros que de siempre cubrieron a sus mujeres de terciopelos, sedas, lentejuelas, oro y azabaches en los días de ceremonia y solemnidad. Echándole horas a fondo perdido y dejándose la vista en cada puntada porque querían poner guapa a su Virgen y mostrársela así al pueblo que ese día acudía a besar los pies del Santo Cristo que duerme y sonríe.

Supongo que ellas no querrán ver sus nombres en negrita, pero no me resisto a dedicarles esta entrada desde la admiración hacia su artesanía del alma. Porque ellas son el eslabón de todas aquellas costureras de lo divino cuyos nombres nunca sabremos. Y aunque con el paso del tiempo hayamos hecho de lo suntuoso la norma, yo me quedo con el auténtico tesoro que suponen esos mantos, más allá de los oropeles y las filigranas: la oración de cada hebra, el incalculable entramado de amor que sus manos han dibujado para arropar el dolor de la Madre por las calles.

Gracias a las dos.

Ana.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Exaltación de la Cruz

El próximo día 14 de septiembre el calendario nos marca la fecha: es la festividad de la Exaltación de la Cruz. La cofradía de la Vera Cruz en los últimos tiempos señala este día en su particular calendario cofrade como razón de ser, no sólo para recordar nuestra vinculación con el Santo Madero, sino convirtiéndolo en la excusa idónea para reunirnos en torno a ella cuando estamos tan alejados de Cuaresma y de Semana Santa.

Así, tendremos la oportunidad de convivir en nuestra capilla, que ya es la de todos, durante tres días. Estamos ante el triduo de la Cruz. Cruz que se hace especialmente presente en nuestra casa dorada con El, el Sto Cristo de los Doctrinos, como símbolo para nosotros, prestando la mejor imagen a esta fecha. Y junto a El, como lo hace el Viernes Santo en procesión formando el paso de “El Calvario” compartirán protagonismo San Juan y la Virgen de la Amargura. Tres personajes para tres días.

El miércoles 12 la homilía estará especialmente dedicada a San Juan y, por consiguiente, a la juventud. Contaremos con la participación de los grupos jóvenes de cada una de las cofradías de nuestra ciudad, que han sido invitados a tal efecto y con nuestros anfitriones internautas, pues la Asociación Juvenil Cofrade de Salamanca merece que la madre y maestra de las cofradías charras actúe con ellos como tal. Y todos volveremos a ser un poco niños, como tantas veces quiero pensar, e iremos con nuestra camiseta de SOMOS AZULES siguiendo las ocurrencias y petición de nuestro presidente en un simpático detalle infantil, que a buen seguro nos unirá. Ojalá sepamos transmitir a nuestros jóvenes (yo cada vez me siento más viejo) nuestras creencias y tradiciones y que ellos hereden más pronto que tarde un lugar importante en nuestras cofradías para que traigan aire fresco.

El jueves 13 la cofradía se cerrará en sí misma, como le gusta a nuestra Madre de Lunes Santo, pues nuestra Amargura será fiel a su estilo. Tampoco voy a hablar de Ella, pues esta virgencita merece una entrada en este blog aparte. Este día, como cada vez que sale en procesión, no quiere estar sola, por lo que la misa servirá para recordar a nuestra hermana Teresa. Tampoco soy la persona adecuada para recordarla, pero a buen seguro se hará presente entre nosotros y sus hermanas de carga, las mismas que la acompañaron hasta el último momento y que incluso tuvieron el honor de despedirla portándola con el manto de la Virgen de la Alegría de la que tantos años fue jefa de paso.

Y el viernes 14 es la fecha. Durante ese día nuestra casa estará abierta a todo aquel que quiera visitarla para honrar al Cristo de los Doctrinos en su besa pies. Poco os puedo decir de mi Cristo. Poco os puedo decir de nuestro Cristo. Es la mejor cruz para este día. Es la mejor cruz para exaltar. Y quién mejor para hacerlo que nuestra Ana. Sin apellidos ni denominaciones de origen. El otro día una voz respetable nos dijo “menudos fichajes estáis haciendo últimamente”. Supongo que ella no se sentirá aludida. Y nosotros la aceptamos como tal. O tal vez los fichajes seamos nosotros, quién sabe. Sólo sé que el mismo día que la conocimos, Tomás y yo no tuvimos más remedio que pedirle que alguna vez nos echara una mano en algún acto e inmediatamente pensamos en éste. Ese alguna vez sonaba lejano, pero los días fueron pasando, meses intensos en que la descubrimos y ahora es una más. Milagros de Internet. Cuando se lo pedimos “oficialmente” no lo hicimos por su currículo (¡vaya si lo podíamos haber hecho!), si no que se lo pedimos a nuestra hermana como forma de darle la bienvenida. Se lo pedimos a una de los nuestros.

No quiero recurrir al famoso pasteleo interblogs que compartimos entre todos porque además tampoco sabría que decir. Supongo que tras el Triduo alguno de vosotros tendrá la capacidad suficiente para hacerlo mucho mejor yo. Sólo me he querido adelantar para hacer constar simplemente eso: que no tendría palabras.

Y como guinda a este pastel, el acto será presentado por otro de los nuestros. Lo hará Antonio desde el otro lado del charco. Era nuestra manera de hacerlo presente. A buen seguro la voz de Ana cruzará el Atlántico y sonará como el mejor canto. Y como buen “maestro de voz” que es, utilizará la mía para hacerse oír. Mientras escribo estas líneas recibo un mail con remite de Indiana con su texto. Casi mejor lo leo directamente en el atril y así me hace la misma ilusión que a vosotros. Unos escriben, otros recitan, otros leen: trabajo en equipo. Para mí será la primera vez que hable en voz alta en la capilla. Tantas y tantas horas de oración y trabajo que he pasado allí y mi estreno será en voz de “otro” para dar paso a “una”. Me encanta que sea así. Perfecto. ¿Exceso de modestia? Para nada, más bien estilo Vera Cruz: que cada uno aporte su granito de arena.

Simplemente GRACIAS de antemano por todo, Ana.

Roberto.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Postal desde el verano

Queridos una y uno, Paz y Bien,

no es que haya pasado el verano en Cádiz (¡hubiese avisado!), pero se me ocurrió que las buenas gentes de Correos aceptarían de puro antiguo y simpático este sello sin franqueo, y casi hasta desdentado. Sé que estas líneas han llegado a buen puerto, a eterna bahía.

Os digo queridos a vosotros como sé que vosotros y yo decimos queridos, nuevamente, a quienes han vuelto. Porque hemos vuelto. Nunca nos fuimos del todo. Siempre estuvimos ahí, o aquí, o sabe Dios dónde, pero estuvimos.

Ahora todos los párrafos me suenan a castillos, en el aire o con firmes cimientos, pero castillos de esos que ya no se edifican al fin y al cabo. Yo prefiero pensar en fábricas de sueños, en casas con la puerta siempre de par en par y en templos abiertos desde donde sale el sol hasta el ocaso, y más allá. Prefiero soñar con el humo de los sueños y cruzar los umbrales de los hogares amigos. Y pensar que las causas perdidas son primero causas, razones y corazones con mucho que decir que hace tiempo pidieron la palabra. Y quiero leer más "de pequeños" para buscar las claves de mañana en aquel ayer que es siempre hoy. Y seguir creyendo que las postales llegan allí donde las están esperando, porque la fe, cuando se asoma al agua de una playa limpia o de un torrente serrano, ve la esperanza, sin más. Y entonces el amor hace fiesta en honor de sus hermanas.

Tomás