jueves, 10 de enero de 2008

Bautizados

A falta del postrero regalo de los Magos, pendiente de abrir aunque ya sabemos, o queremos creer, qué oculta el envoltorio, le queda al tiempo litúrgico de Navidad el poso de otra epifanía, o teofanía.

Si el pasado domingo se manifestó el Niño ante los pueblos de la tierra, y todo aquello quedó como suspendido en los años ocultos, en la intimidad de un pobre establo, en la envidia por un Rey, el Rey, que se olvidó con la muerte de otro, uno más... este domingo se manifiesta el hombre, el Hijo del hombre, su Hijo Amado, su Predilecto, y todo esto quedará en el aire de los caminos y las palabras, de las viejas leyes hechas mandatos nuevos, en la nada íntima ribera del Jordán con ansias de extenderse hasta los confines de la Tierra, hasta los recovecos del alma de cada hombre.

El Bautista le bautizó con agua y a nosotros nos bautiza con el Espíritu Santo que se nos ha dado, con el agua de su costado abierto: "El que beba del agua que yo le daré ya no tendrá sed". Así lo anuncia una cofradía, no sé si la única, en la antesala de la Pascua. Es la Hermandad del Bautismo del Señor fundada en Cuenca en 1987 por miembros del Colegio Universitario de esa ciudad. Sale junto a otras el Martes Santo, y como si no pudieran cantar a ese Jesús del madero, nos llevan de la mano al que anduvo en la mar, al que se postró en el Jordán para recibir el agua bautismal, el que se nos derramó en el agua pascual el día de nuestro bautismo para hacernos suyos. Nos hizo partícipes de su sacerdocio, de su profecía y de su reinado. De esas tres potencias que a unos les gustan más que la corona de espinas, y que no son otra historia sino su triple misión, que es la nuestra. Sacerdotes sin estola, profetas sin oratoria, reyes sin trono. Seguros siempre de lo inagotable de un pozo que no es como el de Siquem, porque hace brotar en nosotros un manantial hacia la Vida que no acaba. Hasta el infinito y más allá.

Curioso el paso conquense, de Dubé de Luque (2000). A golpe de horquilla van Jesús y Juan bautizándonos amorosamente a todos con la concha de la fe compartida: http://www.youtube.com/watch?v=viXTMhMUD-c. Suena la preciosa marcha procesional "Tu silenciosa mirada". Se ilumina la Cruz con el fuego del Espíritu, para que el cielo se abra y nos sobrecoja, para que en la Vigilia de la Noche Santa de la Pascua renovemos esas promesas que hicieron nuestros padres y hemos hecho vida, para que el día que nos apuntamos a la cofradía acudiésemos a la parroquia a buscar nuestra partida de bautismo, que es papel mojado por la fe, la esperanza y la caridad.


Tomás, con otros dos bautizados

6 comentarios:

Lola dijo...

Fíjate, Tomás, que lo de la partida de bautismo me ha puesto un poco triste, pues D.Manuel Cuesta Palomero que en gloria esté me bautizó hace casi 32 años.
Su muerte me dejó helada, pues le veía mucho por la Catedral. Y sí, en Caná murió...allí bien cerquita de jesús.
Qué suerte que la vida nos regale personas como Manolo,...
Creo que me he ido un poco del tema inicial, pero tenía que escribirlo.

Lucano dijo...

No te has ido, pues la trilogía es Epifanía-Bautismo-Bodas de Caná. Buen consejo nos dio allí María: "Haced lo que Él os diga".

Ana Pedrero dijo...

Original, cuando menos, este recordatorio por las calles de Cuenca del Bautismo de Jesucristo.
La última vez que entregué mi partida de bautismo -una reliquia de esas de caligrafía perfecta con un sello del año de la polka- fue a ti, Tomás. Ese día ingresé en la familia azul. Te acuerdas?

Paz y bien.

Lucano dijo...

¿Cómo no voy a acordarme? Paz y Bien.

Alberto dijo...

No había visto nunca un paso así. Muy curioso y original. Además, la esculturas me gustan. Muchas gracias por ello.

Un abrazo.

Iacobus dijo...

Dos veces he tenido mi partida de bautismo en la mano, una para ingresar en la familia azul y otra para entregarsela al SEÑOR DE LA MADRUGÁ.
Curiosó paso del bautismo y sobre todo curioso que exista una cofradía.
¿Como consigues este tipo de información?. Lo que me queda por aprender, jejeje.