martes, 5 de febrero de 2008

La túnica azul

Hoy me he puesto por primera vez el hábito azul. Ni siquiera es el mío propio, sino la túnica con la que Alvaro ha ido sumando procesiones. De ella saldrá el patrón para mi propia túnica de lanilla blanca. La de la botonadura azul. La de la capa azul en recuerdo de la Inmaculada que sonríe desde lo alto de la capilla dorada. La del caperuz de raso claro con la cruz bordada en la pechera. La del cínculo azul cosiendo plegarias en la cintura.

Hoy me he probado la túnica de los azules y se me ha iluminado la cara con una sonrisa, quizá porque me he visto apostada en el campo de San Francisco esperando a que asome el Cristo de los Doctrinos por la puerta. En plano inclinado para sortear el arco de medio punto. Con el manojo de cardos y la calavera a sus pies. Con la luna en lo alto pintando de noche el torreón de Monterrey.

Hoy me he probado la túnica de la Vera Cruz y he sentido la caricia de los siglos, el abrazo del Cristo Dormido, la certeza de que siempre existe un lugar al que pertenecemos aunque no lo sepamos. Y he visto en el azul de su paño el azul de los dos ríos. Y aunque sea poca cosa, una probatura apenas cuando faltan horas para que empiece la Cuaresma, quería contarlo en este blog de sentimientos. Como si esa túnica azul nos abrigase a todos.

Ana.

5 comentarios:

Lucano dijo...

Nos abriga, claro que nos abriga. Tan cierto como que el Cristo Dormido nos abraza.

Galongar dijo...

Sabia que el habito de la Madre y Maestra se iba a sentar muy bien. Gracias por todo hermana, el próximo día 17 de marzo estarás más guapa que nunca y estoy seguro que en tu primera salida penitencial acompañando a su Cristo Dormido, se te pasarán muchas cosas por tú cabeza. Gracias Ana, por todo.

Félix dijo...

Cierto que nos abriga. Azul, negra o morada, siempre nos abriga. Sonriente, dormido o exánime, nos protege. Siempre nos protege.
Y nosotros a estrenar hábito todos los años, pues cada año es nuevo. Y quinientos años nuevos son muchos años, son muchos hábitos, son muchas miradas.
¡Haz que esa capa azul llene todos tus Lunes nuevos!
Cordialmente,
Félix

Cvlocolorao dijo...

Me has hecho sentir la ilusion de la primera cuaresma probandome el primer habito, con mas tela metida en el dobladillo de la que seguramente hacia falta, "porque como vas a seguir creciendo, no te tenga que hacer otra"...

gracias por compartir tus sentimientos!

Ana Pedrero dijo...

Lucano: claro que nos abriga!!. Y sí, claro que nos abraza. Aunque se haga el dormido. Un beso. :)

Galongar: Seguro que sí. Allí estaremos juntos, el 17 de marzo, cuidando para que no se despierte por las calles. Un beso. Y no me des las gracias: la que está en deuda soy yo. :)

Félix: Sé que este año estrenarás tu hábito de cofrade de las aceras, mientras yo vestiré la túnica de los azules. Para ambos será distinto. Pero sé también que este Lunes será santo de verdad. Un abrazo. :)

Cvlocolorao: siempre hay una primera Cuaresma. Yo llego a los pies del Doctrinos sin dobladillos que ir sacando. Pero te aseguro que seré una niña como aquella niña que lució su medalla de cinta verde con tres años. No sabría expresaros con palabras la emoción que me embarga por todo lo que para mí significa ese Cristo Dormido. Tú lo sabes bien, mi querido amigo. Mil besos, por si alguno se pierde en su travesía atlánticA. :)