domingo, 20 de mayo de 2007

Declaración de intenciones y presentaciones

Queridos dos:

Hará poco más de un mes los responsables de la Asociación Juvenil y Cultural Salamanca Cofrade se ponían en contacto con nosotros, uno a uno, para invitarnos a construir este blog, “un foco de unión de cofrades y amigos en el que el diálogo y la discusión sirva para crecer juntos”, dicen. Un lugar donde demostrar que aquí, y en este mundo de hermandades y cofradías cabemos con la misma voz y voto, integrando a todos, sin estar nadie encima ni debajo de nadie.

Evidentemente acepté sin pensarlo, simplemente en cuanto supe quienes serían mis compañeros de viaje. Además resulta que los vecinos son también un turista, un sanedrín y un músico que merecen otra carta posterior donde sean ellos los protagonistas y no vosotros dos como en la de hoy. El solo hecho de compartir con vosotros algo es un placer, y el que me incluyeran en esta terna, un honor y una responsabilidad. Curioso, después pensé en cómo iba yo a escribir de tú a tú con estos dos “monstruos que escriben como los ángeles” en un lugar donde integrar a todos y al que escribe, dubitativo de su propia integración.

Vista la idea fundamental de este blog y con mis dudas aparte, solo quedaba que le diésemos forma. Tipo conversación, pensé yo, y así podemos invitar a nuestros amigos. Dar a conocer esas conversaciones que tenemos para que la gente conozca como sois y lo privilegiado que soy yo por colocarme junto a vosotros en otra dimensión. Alguno dijo que en el caso de no poder escribir palabra a palabra, párrafo a párrafo, verso a verso como es nuestra intención (y como ya hemos conseguido en nuestro primer acercamiento, “Todos a una”) podríamos escribirnos unas cartas para contarnos nuestras cosas. Rompo la promesa que os hice de consensuar cada palabra y acepto la forma de epístola para daros a conocer y presentaros.

A el “uno” no sé cuánto hace que lo conozco, tal vez ya coincidimos en nuestra capilla en otra vida pasada. Sé que la primera vez que me fijé en él fue en una de esas asambleas anodinas y sin sustancia (gracias a Dios que lejanas quedan ya!!) en la que un jovencito esperaba educadamente el turno de ruegos y preguntas para sugerir un par de cosas y dejaba por el suelo las voces y discusiones que le precedieron. Después la casualidad nos situó en la anterior junta de gobierno, tal vez demasiado inmaduros pero quizá con una inmadurez necesaria para disfrutar de la forma en que lo hacemos en la actual. Más tarde me enseñó y me enseña a diario que una cofradía no es solo una procesión, que lo importante es vivir y disfrutar cada culto fraternalmente entre todos y eso no se lo podré pagar con todo el oro del mundo. Como tampoco aceptaría ningún pago, me pongo a su lado y le ayudo en lo que sea. Supongo que si soy azul es por gente como él y que mientras quiera seguir tirando del carro, este buey le ayudará. No lo supongo, lo sé.

A la “una” la conozco hace poco aunque también me parece que la conozco de toda la vida (a ésta sí que le pega “la una”, de única). No la conocí ni por su nombre ni por sus apellidos, la conocí a secas. Bendito messenger y bendita Almatosa, le debemos una peregrinación. Tal vez también coincidamos en nuestra capilla en esta o en otra vida. Tampoco lo supongo, también lo sé. Viendo mi incultura con la ciudad vecina le pedí una vez que me enseñase su Semana Santa y me la escribió en la piel. Yo sólo le enseñé al Doctrinos y ahora se lo quiere quedar. Otra que anda sobrada de fe y nos la manda a todos con sus palabras. Decía que se siente una intrusa en un blog charro. Qué tonta; menos mal que no se siente intrusa en nuestros corazones. Sin darse cuenta ha pasado de dejarse pintar al alma de azul a coger la brocha y pintarnos a nosotros. Y os aseguro que no es lo mismo que pinte un pintor de brocha gorda a que lo haga un artista.

“La fortaleza de una cadena se mide por la resistencia de su eslabón más débil” escuché hace poco. Este soy yo, el dubitativo, el tercero en discordia. Dicen estos dos que tengo poesía pero que sólo se la susurro a las flores que fabrico. Mientras uno me cuide el cuerpo con su bata blanca y la otra me cuide el alma con sus escritos no me sentiré ya un eslabón débil. ¿Cuál es mi misión aquí? Supongo que ponerle un espejo a estos dos y que nos hagan disfrutar con lo que escriben sobre Semana Santa y de todo en general. La cosa es compartir algo con vosotros… y con todos. Pasad hasta la cocina. Fácil es mi cometido, no me quejo.

Yo me pasaré a buscar a nuestra gente para que nos ayude a escribir aquí. Una de las primeras paradas os la imagináis. Seguro que allí me encuentro a nuestro presi, no tengo duda de dónde tengo que ir a buscarlo. Allí estará con más gente que “si no existiese, la tendríamos que inventar”… pues como a él. Fijo que allí me encuentro con “su delfín”, diciendo lo que aprende de nosotros a diario mientras nos considera ya de su familia, “sus titos”. Otro tonto que tampoco se da cuenta de que pinta con brocha fina. También me traeré al músico, el alfa y omega de esta historia… y a los “hermanos fotos”, que tengo varios, y seguiremos ruta por Tejares, por Vega de Tirados, por las luces de farol zamoranas, por los papones y los costaleros… y por donde me quieran llevar estos dos. Que elijan ruta ellos y yo me comprometo a poner la gasolina. Bonita misión.

Quedáis presentados, el “uno” y la “una”. Solo me queda firmar:
El que suma tres.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo pasar por alto por tus palabras y hacer que no las hemos leído. Gracias, uno que completas los tres. Me siento orgullosa de sumar contigo y con nuestro otro uno y me alegro de que nos dejes escuchar a todos un pedacito de la enorme poesía que llevas dentro, la que salva tus flores, las que extiende plásticos sobre tus amigos. Gracias por compartir nuestro Cristo, gracias por abrirnos la casa. Y gracias por este post, que nos ha tocado el alma a tus otros dos. Todos a una, como una sola cosa.

Lucano dijo...

Doy fe: nos has tocado el alma, nos has quebrado la voz y nos has dado razones para quererte un poco más esta noche, para querer que todas las noches nos susurres con tu amistad.

Iacobus dijo...

Dicen en las tierras paponiles, "Vaya tres patas para un banco". Que gran acierto han tenido los amigos de la Asociacion Juvenil de reuniros.
Han reunido a tres artistas de la prosa, ademas de tres personas un corazón muy grande.
Gracias por presentar a los tres, ya estaba loco por saber quienes eran "los igules para hoy".
Saludos.

Alberto dijo...

Unos escriben como los ángeles, otros como los serafines... ¡Y no lo saben! Eres el espejo de ese rostro dormido y pacífico que habita en la Capilla de la Cruz. Y con eso basta. Sois una trinidad que va por igual al calvario, que aportáis la fuerza con el mismo hombro, y de los cuales esperamos mucho.

Un fuerte abrazo.

Regenta dijo...

Es difícil alcanzar esas palabras para los que no escribimos con mucha frecuencia. Pero de lo que estoy segura, es de q esas hojas no son solo papel, tinta y un manojo de letras. Hay algo más, mucho más, pq en ellas la palabra "amistad" esta escrita con mayusculas.
un saludo.

Alfredo dijo...

Madre mia, con que cara sigo yo escribiendo en el sanhedrin depues de leer esto
Conchero perdona mi ignorancia, pero que es escribir como los serafines
Mi mas sincera enhora buena a los tre
Querido AMIGO a ver cuando te animas a escrbir conmigo en el sanhedrin

rober dijo...

Bien, bien. Veo que vais pasando a la cocina, eh.
Gracias a todos por sumaros al protagonismo que quise darle a estos dos, porque también era para vosotros.

Y a los dos, ya sabeis, a seguir construyendo juntos que tenemos ya la venia de unos cuantos que nos importan y con eso es suficiente para seguir.

Galongar dijo...

Sencillamente fántasticos. Seguid así, no cambiéis nunca

Galongar dijo...

Cuando las fuerzas de juntan y les une una razón. No debe haber motivo alguno para tener ningún temor.
¡Todos por igual, valientes!

Alberto dijo...

Querido costalero68: los serafines son otro tipo de ángeles. Sin duda, deben escribir como Doctrinos jajajajaja.

Un abrazo.

LUIS SANTOS DE DIOS dijo...

No sé si por este blog están pasando Doctrinos y Lucano, o Togonblaz,... o quienes les conocen bien aunque representen otra identidad. No lo sé. Tampoco sé poner nombre a la parte que, casi seguro aunque no la conozca, será el innecesario fiel de una equilibrada balanza. Aun no pudiendo nombrarla, sé que está en, quizá, la mejor de las compañías de esta mezcla cibernética de pasión y fe.
Además, poco a poco, voy viendo que gracias a estos espacios virtuales, la Semana Santa, salmantina o no, tiene una sensibilidad especial en sus cofrades que aflora cuando nadie les ve y que, entre quienes ya somos un poco parte de los otros, sirve de estímulo para animar a los demás a que vayan acercándose poco a poco a esta forma de ver una vivencia tan personal y al tiempo tan compartida.
Mis mejores deseos para esta trina unidad.
Un saludo,
Luis Santos

Anónimo dijo...

Querida familia,

De vez en cuando me gusta dedicar un tiempo a pensar y echar la vista atrás (pero solo un poco porque luego siempre aparece por ahí la melancolía y cuando aparece esta la acompaña la tristeza y si sigues puedes ir de mal en peor…) y como uno de estos tres me animó a escribir un mensaje decidí dejar en este rincón algo de lo que pensé, de lo que sentí (tranquila “tita” que después vas tú, que no se me olvida).

Es en esos momentos cuando tomas conciencia de lo que te rodea, de los que te rodean… muchas veces estas tan preocupado de lo que tienes que hacer, de lo que no te da tiempo a acabar, de lo que no se te puede olvidar… que se te olvida lo más importante. Un ejemplo tonto: que poco me costaría decirle a mi madre un simple “te quiero” que si te fijas son solo dos palabras y sin embargo cuanto cuesta decirlo.
Algo así sucede con el resto de la gente, que poquito cuesta decir lo importantes que son algunas personas de tu alrededor en tu vida, y ya no digo decírselo, me conformaría con demostrárselo…

Me gustó la semejanza que me dijo una amiga entre la vida y los libros y que se lo conté a otros amigos hace nada. Ella decía que hay libros más largos y más cortos, los hay de aventuras, comedias y dramas... Nosotros somos los protagonistas de nuestro libro pero a veces dudo si somos únicamente nosotros los que lo escribimos página a página, día a día… Siempre he pensado que tenemos un destino, que ya está predeterminado ¿no te parece que hay cosas que surgen y no se podrían haber planeado mejor? Por eso la duda ¿qué filosófico no?

¿Y a qué viene esto? Pues esto viene a que si mi destino fue cruzarme con gente así, agradeceré eternamente a Aquél que me ayuda a escribir mi libro, mi vida que eligiera a un pintor no sé si de brocha fina o gorda, sí sé que intenta, por lo menos, pintar “lo mejor que es en él” como decía la Santa que aparecieran en un capítulo, como personajes secundarios pero imprescindibles. Aunque no se lo diga a ellos, o no se lo demuestre.

Esto fue lo que saqué en claro y es que ¡a veces pensar sirve de algo!

Un fuerte abrazo

rober dijo...

Hay cosas que no hace falta decirlas si se demuestran a diario.

Sigues sin darte cuenta que lo principal que haces no es dejarnos escribir en tu libro (siempre eternamente agradecidos, y siempre que podamos, pintando con brocha fina, eh), si no que lo que haces de maravilla es escribirnos en nuestro libro, y eres ya tan imprescindible como poco secundario.

Un abrazo